sábado, 26 de enero de 2013

Los días al sol

Pasamos, uno tras otro, los días al sol, yo adormilada en tu pecho y tú mirando la bandada de pájaros que chillan a lo lejos. Luego abrigamos las noches con el calor de nuestros cuerpos y la manta de plumas; las horas llegan y se van de nosotros como las olas marinas, sin que temamos ser dejados en la orilla. Nunca antes sentí con tanta precisión el movimiento de la vida, el acontecer y el dejar pasar los días sabiendo que este es mi tiempo y que en este hacer nada estoy haciendo todo lo que necesito y debo, todo lo que le debo al mundo y me debo a mí misma.

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