A menudo me pregunto cómo vivirá la otra gente. Cómo será ser alguien distinto de mí, cómo se siente y se piensa y se está. Cuando voy por la calle me abruma ver tanta gente e imaginar a cada una con su propia historia y su manera única de ver, de percibirlo todo. Me siento pequeña y atrapada en mi morada, y me da tristeza de mi encierro tan lleno de mí y tan vacío de mundo.
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