martes, 13 de marzo de 2012

Silencio

Amo el silencio más que las palabras. Me gustan los silencios largos a la luz de una vela, los silencios como fondo, como voz en off de lo dicho. También me gustan los silencios cortitos que se agazapan y se pegan a nuestros pensamientos, a ese discurso con el que nos contamos todo lo que no pertenece a ellos, a los silencios. Nos hablamos y hablamos a otros diciendo la historia de lo que se supone que es, sin darnos cuenta que es el silencio lo que es omnipresente, lo que está siempre, aquello de lo que venimos y a lo que inevitablemente retornamos. Tal como este texto que nació callado y allí vuelve justo ahora:

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