domingo, 25 de diciembre de 2011

Corazón dibujado

Sentados, desnudos, uno frente al otro. Se miraron los cuerpos y las almas vulnerables al frío. De cerca los ojos, cada pestaña, cada poro. Tomaron lápiz y papel y comenzaron a dibujar. Los dos con detalle y entrega, plasmaban sus corazones. Él pinto el corazón de ella lleno de habitáculos y lugares maravillosos. Se dibujó a sí mismo en un rincón y ella se conmovió tanto que en su corazón verdadero ese espacio se amplió, se dilató y creció. Lloró entonces, con el alma arrugada de belleza y de amor. Muchos años después aun llora porque aunque él ya no está, aunque ya no estén, aunque ninguno de los dos quiera o hubiese pensado siquiera que esto sería así, ese espacio se mantiene casi intacto dentro, tal como fué dibujado entonces pero más grande, sagrado e intocable.

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