domingo, 17 de junio de 2012
Armónicos
El sonido entre mi boca se descompone en varias ondas senoidales que se aparean en orgías desatadas entre mi lengua y mi paladar. Mi voz se alza y el placer de las múltiples cópulas suena a flautas dulces que reverberan en el aire como hadas traviesas que me llevan a otros lugares, más cerca de mí. El éxtasis de los armónicos se deja sentir en todo mi cuerpo y en el de todo aquel que escucha mi canto, si alguien escucha mi canto.
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