sábado, 2 de junio de 2012

Como los osos panda

Hace unos días hablaba con mi madre que estaba asombrada porque había visto un documental sobre los osos panda. Lo que la tenía atónita era el descubrimiento de la sexualidad particular de estos animales: Las osas panda son muy selectivas en cuanto a pareja, no con cualquiera quieren procrear. Desafían el instinto de conservación y por ello se las considera responsables del peligro de extinción bajo el que se encuentra la especie. Para que una hembra oso quede embarazada en cautiverio, por lo general, han de dormirla e inocularla con el esperma del panda aburrido y poco atractivo que ella ha rechazado. La sorpresa de mi madre consistía en reparar que hay mujeres que funcionamos como pandas, que no nos iríamos a la cama con un congénere si no nos encajan todas las piezas aunque de ello dependa la supervivencia de la raza. Me ha parecido claro y he dejado de buscar mi origen en lo extra-humano, por fin he encontrado una respuesta: soy, aunque no lo sabía y a simple vista no se me nota, un oso panda.

2 comentarios:

  1. No te sientas sola Llanera solitaria.
    Hay muchas que pasan la vida esperando que llegue Batman. Y luego ellas tampoco resultan ser La Mujer Maravilla.

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  2. Hola Carlos, Bienvenido a mi casa.
    Tengo que decirte aquí entre nos que yo casi-casi soy la Mujer Maravilla. Bueno, más bien la Panda Maravilla. Verás, cuando doy vueltas me transformo, no en la chica súper sexy con leotrardos, sino en el mamífero adiposo que come bambú. A mí me parece que en el estado osesco, soy el sueño de cualquier hombre murciélago. No hay incompatibilidad de especies que valga. :D.

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